I. El iniciado debe prometer solemnemente que él/ella se abstendrá del Shirk [asociación de algún partícipe a Dios] hasta el mismo día de su muerte.

II. Se apartará de la falsedad, de la fornicación, del adulterio, de las miradas licenciosas; de la inmoralidad y el libertinaje; de la crueldad; de la deshonestidad; de la rebelión; y de toda clase de mal. No se dejará arrastrar por sus pasiones, por fuertes que sean.

III. Ofrecerá regularmente las cinco oraciones diarias de acuerdo con los mandamientos de Dios y del Santo Profeta Mohammad (saw), y hará lo posible para ser regular en ofrecer la oración de tahayyud y para invocar el darud para el Santo Profeta Mohammad (saw). Convertirá en su rutina diaria pedir el perdón de sus pecados, recordar las bondades de Dios, así como alabarle y glorificarle.

IV. Que, bajo el impulso de cualquier pasión, él/ella no causará ningún daño a las criaturas de Dios en general, y a los musulmanes en particular, ya sea por su lengua, manos, o cualquier otro medio.

V. Que él/ella será fiel a Dios en todas las circunstancias de la vida, en el dolor y en la alegría, en la adversidad y en la prosperidad, en la felicidad y en el sufrimiento; y que él/ella se mantendrá en todas las condiciones resignado/a ante el decreto de Dios y estará preparado/a para afrontar todo tipo de humillaciones y sufrimientos en Su camino y nunca Le rechazará ante la ocurrencia de cualquier desgracia; por el contrario, él/ella procurará seguir avanzando.

VI. Que él/ella se abstendrá de adoptar costumbres no islámicas y de seguir inclinaciones lujuriosas y se someterá completamente a sí mismo a la autoridad del Sagrado Corán; y que él/ella hará de la Palabra de Dios y de las narraciones del Santo Profeta Mohammad (saw) la guía de sus principios en cada aspecto de su vida.

VII. Que él/ella deberá renunciar completamente al orgullo y a la vanidad y deberá vivir toda su existencia con humildad, alegría, tolerancia y modestia.

VIII. Que él/ella será fiel, y defenderá su fe, el honor de la fe y la causa del islam, con más celo que si se tratase de defender su propia vida, riquezas, honor, hijos y todos sus seres queridos.

IX. Que él/ella deberá dedicarse al servicio de las criaturas de Dios, sólo por Su causa, y deberá esforzarse siempre en procurar el beneficio de la humanidad en la mayor medida de sus posibilidades.

X. Que él/ella establecerá un lazo de hermandad con este humilde siervo de Dios, prometiéndome obediencia en todo lo justo por la causa de Dios, y permanecerá fiel a mí hasta el día de su muerte. Que él/ella se consagrará con devoción al cumplimiento de este vínculo, muy por encima del que pudiera existir en cualquier otra relación humana de este mundo que exija una obediencia devota.

Publicaciones Similares