El Islam es Una Religión

El Islam Una Religión Más Pacífica Del Mundo

(Por Malik Tariq Mahmood)

Somos hijos de los mismos padres, pero hemos colocado barreras entre nosotros en nombre de la nación, el color, la lengua, la zona, la religión etc.

Existe una falta de conocimiento y una falsa propaganda que nos conducen a estas barreras y los oportunistas lo aprovechan muy bien en beneficio propio. Por lo tanto es conveniente que hablemos y nos conozcamos directamente, eliminando las dudas que se interponen para establecer la verdadera paz.

Les deseo presentar cuál es la realidad respecto a las enseñanzas islámicas que son generalmente desconocidas,  pero que el Santo Profeta del Islam nos enseñó con el propósito de crear una atmósfera pacífica y una sociedad amistosa.

Enseñanzas Coránicas para establecer la paz

Sed justos aunque sea vuestro amigo

Dios afirma en Sagrado Corán:-

¡Oh vosotros los que creéis! Sed perseverantes en la causa de Al-lah en calidad de testigos justos; y que la enemistad de un  pueblo no os incite a actuar con injusticia. Sed siempre justos, porque eso está más cerca de la virtud. Y temed a Al-lah. En verdad, Al-lah es consciente de lo que hacéis.    (Al- Maidah: 9)

Guerras y Crisis Económica     Resultado de Injusticia y Avaricia

En este versículo Dios nos exhorta a mantener siempre la justicia incluso en el trato con nuestros enemigos y nos prohíbe la transgresión. Y este es un principio tan necesario que no podemos vivir en paz sin respetarlo. Hoy día, las guerras que venimos sufriendo y la crisis que ha sobrecogido a la economía del mundo se deben a la injusticia y la avaricia. El rico se sigue enriqueciendo y el pobre, empobreciendo.

Si el mundo pusiera en práctica este principio fundamental de la justicia nadie tendría que sufrir por este desequilibrio financiero.

Matar a un ser humano injustamente es igual que  matar toda la humanidad.

Hoy en día se afirma que el islam incita sus fieles a la violencia, cuando la realidad es muy distinta. El islam sólo nos permite defendernos cuando somos atacados por alguien, en defensa propia, y el Sagrado Corán afirma que matar a un ser humano injustamente es igual que  matar toda la humanidad.

Persecución de Los Musulmanes

El Santo Profeta del islam y sus fieles sufrieron el hostigamiento y la tortura de los oponentes de La Meca a lo largo de 13 años. Asesinaron a multitud de musulmanes, hombres y mujeres. Solían atar una pierna de las mujeres en el cuello de un camello y la otra pierna en cuello de otro y les hacían correr en sentidos contrarios, de manera que sus cuerpos quedaban partidos en dos. A otros los mataron lanzando flechas y sitiaron y asediaron a nuestro querido profeta con su familia durante 3 años de manera que apenas conseguían alimentos para comer y sufrieron hambre. A causa de estas penalidades, fallecieron la esposa del Profeta y su tío.

Pero en estas circunstancias Dios no permitió a los musulmanes recurrir a la violencia, ni siquiera en defensa propia, sino que les ordenó emigrar a Medina de forma clandestina.

El Profeta  perseguido por enemigos, a pesar de hacerse rey les perdona todo.

Después de 10 años, los musulmanes conquistaron la Meca y el Santo Profeta se convirtió en  rey de Arabia. Tuvo la posibilidad de vengarse y castigar a todos los criminales, sin embargo, al contrario, anunció que daría protección y respetaría la vida y la libertad de quienes acudieran a una mezquita, a quien se acercaran a bandera de Bilal, compañero suyo que fue repetidamente torturado por el hecho de ser musulmán, y también ofrecería seguridad a  quien permaneciera en su propia casa. El Santo Profeta del Islam convocó a todos,  les perdonó y les permitió vivir en Meca conservando su anterior religión.

Perdón del Santo Profeta Hacia los Judíos.

En otra ocasión, los judíos le envenenaron la comida, pero el Santo Profeta se recuperó y les perdonó.

Respeto del Santo profeta hacia los demás profetas y sus pueblos

Nuestro querido Profeta era la misericordia personificada y no permitía a los musulmanes jugar con los sentimientos de los demás.

Una vez un musulmán y un judío tuvieron una conversación polémica. El musulmán insistía en que nuestro profeta es el mejor de todos profetas y el judío proclamaba la superioridad del profeta Moisés. Los dos acudieron al Profeta del Islam y le pidieron que juzgara entre los dos. El Profeta dijo:-

 “No me pongáis por encima del profeta Moisés.” Al-lah le había revelado que él era el último profeta que había traído última ley divina perfecta y, en este sentido, era como el padre de todos profetas; pero no quiso que pelearan entre sí y por este motivo surgiera la enemistad y el odio.

Enseñó respetar incluso los cadáveres de los no musulmanes.

Nuestro querido profeta respetaba a todos sin excepción, incluyendo a los muertos.

En una ocasión falleció un judío y la gente le llevaba al cementerio. Cuando el Santo Profeta lo vio, se levantó por respeto al cadáver. Alguien le dijo que aquél no era musulmán, que era un judío. Pero el Santo Profeta afirmó:

 “¿Acaso los judíos no son seres humanos?” Así pues, te aconsejo respetar a todos, sea quien sea su origen o religión.

Su hospitalidad y resultado de hospitalidad

La hospitalidad era una cualidad suya que aprendieron sus compañeros.

Una vez un viajero cristiano acudió al Profeta. El profeta pidió a sus compañeros que cuidaran de su huésped. Le ofrecieron la leche de una cabra, pero tenía mucha hambre y bebió la leche de siete cabras. Por la noche se puso enfermo e hizo sus necesidades en la cama. Cuando se despertó salió furtivamente por la vergüenza de haber ensuciado la cama. A la mañana siguiente, el Santo Profeta se dirigió a la mezquita para rezar y vio la cama sucia, y en seguida se apresuró para lavarla, los compañeros del profeta quisieron impedirle que lo hiciera pero nuestro querido profeta dijo que se trataba de su huésped y él era el más digno de servirle.

Así pues empezó a lavarla, y el huésped que había salido muy temprano, recordó que había olvidado en la cama la cruz que tenía en su cuello y que se la había quitado para dormir la noche anterior. Volvió para recogerla y cuando llegó a la mezquita observó que el Santo Profeta estaba lavando su cama. Este acto del profeta cambió su vida y se convirtió al islam.

Muhammad, Una hecha misericordia

En otra ocasión, en una batalla, el Santo Profeta eligió un sitio determinado para su ejército. Un compañero suyo se acercó a él y le preguntó Oh profeta de Al-lah ¿acaso has elegido este sitio por revelación de Al-lah o es por tu propia decisión? El profeta respondió que le había parecido un buen sitio y que no había tenido ninguna revelación al respecto. Su compañero le sugirió bajar cerca de una fuente para dominar el agua. El profeta aceptó esta sugerencia y se acercaron a la fuente. Después un tiempo, algunos soldados del ejército enemigo se acercaron porque necesitaban agua. Algunos compañeros del Santo Profeta quisieron impedírselo, pero el Santo Profeta (la paz de Dios sea con él) se adelantó y les permitió coger el agua.

Ésta es misericordia que mostró nuestro querido profeta. Éste es el islam que constituye nuestra religión, y que se puede resumir en dos cosas: cumplir las exigencias de Dios y servir a la comunidad. Por eso el profeta nos aconsejó diciendo: “Cread facilidades a vuestro alrededor y no creéis dificultades, dad buenas noticias y no provoquéis el odio.  

Un profeta, un embajador de paz y armonía universal

Nuestro profeta es el primer profeta que nos obligó creer y amar a todos profetas y a sus pueblos. Nuestra fe se basa en creer en Dios, en sus ángeles, en todas las leyes divinas, todos los profetas, en el último día de la resurrección y en el decreto divino. No hay ninguna religión que enseñe creer en todos profetas y aceptar todas leyes divinas excepto el Islam, porque aquellas religiones y aquellos profetas eran tenían una misión temporal y fueron enviados para un pueblo determinado, mientras que el islam es una religión para todos los tiempos y para todo el mundo.

Igualdad universal

Ningún blanco es mejor que un negro ni negro es mejor que un blanco

La paz no se puede establecer sin la igualdad. Las sociedades que mantienen diferencias entre sí, siempre viven con problemas, porque los que son considerados inferiores siempre se rebelan e intentan luchar por la igualdad y sus derechos, mientras que los considerados superiores intentan subyugar a los últimos. Así se vive en una situación de conflicto que no deja que la tranquilidad reine en la sociedad. Por eso nuestro profeta siempre insistió en la igualdad entre los seres humanos.

Así, en su último sermón con ocasión de la peregrinación afirmó: –

“Sois iguales. Ningún árabe tiene prioridad de ningún tipo sobre un no árabe y ningún blanco es mejor que un negro, el más honorable de vosotros, a la vista de Dios es quien es más piadoso.”

Su amabilidad hacia los prisioneros Tampoco podemos olvidar la amabilidad que mostró con los prisioneros de guerra.

Profeta del islam aconsejó a los musulmanes respecto de prisioneros de guerra: –

“Dadles para comer lo que vosotros comáis, y vestimenta igual que la vuestra, y montadles aunque vosotros tengáis que andar. Así, en la época del segundo sucesor del profeta, en una ocasión en que los musulmanes retornaban a Medina, el Jalifa, que era rey de arabia, se encontraba andando mientras los presos se hallaban montados en camellos.

¿Hay algún ejemplo de esta igualdad y muestra de misericordia en algún país, en alguna religión?   Seguro que no.

Proteger sitios sagrados de cualquier religión es deber de un musulmán.

El islam es única religión que nos ordena proteger las iglesias, los monasterios, los templos de los hindús y lugares santos de todas las religiones.

Matrimonio con un/a no musulmán/a

El islam nos permite casarnos con mujeres virtuosas monoteístas que crean en Dios, no asocien partícipes con Dios y le sitúen por encima de todo.

Respetar a los dioses de los demás

El Islam nos prohíbe insultar a los dioses de otras religiones, lo que nos pide es transmitir el mensaje de unidad de Dios.

El Santo Profeta rezaba incluso por sus enemigos y recaudaba donativos por ellos

Nuestro profeta rezó incluso para sus enemigos. Muchas veces en época de sequía, los líderes paganos de la Meca venían a verle y le rogaban que suplicara a Dios por la lluvia, y el profeta rezaba para ellos.

Además pedía donativos y los mandaba a Meca pagana como signo de simpatía hacia la humanidad.

Es un gran signo de su virtud el hecho de que los judíos, a pesar de su oposición, acudieran a él para que juzgara entre ellos.

Normas de guerra

Las condiciones que puso para librar las guerras en las que luchó en defensa propia, son tan sorprendentes y tan serenas que no se pueden idear otras mejores cuando se anhela la paz. Él ordenó a los musulmanes que en ningún caso mataran a niños, mujeres, ancianos, enfermos, a los que no participaban en la batalla, ni a los teólogos de cualquier religión como los curas, los padres, monjes y monjas, También prohibió tajantemente mutilar los cadáveres, arrasar los jardines o destruir las casas, cuando se daba la circunstancia de que los enemigos de los musulmanes cometían todas estas atrocidades.

Enseñanza pacífica del islam por lengua del Mesías Prometido lpd.

Finalmente, me gustaría citar como ejemplo unas frases de las enseñanzas pacíficas del fundador de nuestra comunidad, a quien consideramos el Mesías Prometido de la presente época y que cumple en su persona el segundo advenimiento de Jesucristo en el Islam. Él afirma:-

Es nuestro principio mostrar simpatía hacia toda la humanidad. Si al­guien presenciara el incendio de la casa de un vecino hindú y no acudiera en su ayuda para extinguirlo, yo le aseguro que no es de los míos. Si algu­no de mis seguidores observara que se intenta asesinar a un cristiano y no acudiera en su socorro, yo os afirmo que no pertenece a los míos.

(Ruhani Jazain, Vol. 12, pág. 28, Sirall e Munir, pág. 26).

Quiero aclarar a todos los musulmanes, cristianos, hindús y arias que no tengo ningún enemigo en el mundo, pues amo a la humanidad como lo haría una madre compasiva hacia su hijo, o incluso más intensamente. Sólo soy enemigo de las creencias falsas que asesinan la verdad. Sentir simpatía hacia la humanidad es mi deber y sentir aversión hacia la falsedad, la ido­latría, la crueldad, la maldad, la injusticia y la inmoralidad es mi princi­pio.

(Ruhani Jazain, Vol. 17; Arbain parte 1, pág. 2).

Suplico a Dios que nos ayude a todos a sembrar la semilla de la paz y la convivencia en armonía, en esta sociedad en la que vivimos. Amín. 

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